miércoles, 1 de mayo de 2013

Las piedras no se mueven...

Nada más deseo esta noche que hoy sea el final de esta historia en la que me embarqué sin rumbo y sin viento. Estoy sola hace un buen tiempo y eso se convierte a ratos en una sensación extraña; estoy tranquila, es cómodo, no consulto con nadie lo que voy a hacer un viernes o un fin de semana, cine, comida, rumba, todo depende del ánimo que tenga.

Pero a veces, me logro confundir con esta soledad que, si bien me ha permitido descubrirme y enamorarme de mi, otra veces me hace pensar en esas frases como "qué pasaría si... (saliera con alguien ahora?), cómo sería si... (esperara todos los días ver a alguien que me gusta?), qué diría si... (estuviera enamorada?)". Las respuestas de muchas de esas preguntas, ya las olvidé; ya no me conozco compartiendo mis días y noches con alguien.

Creo que por eso, a veces aparecen algunos personajes a los que termino dándoles mucho más poder del que se merecen en mi vida... y entonces yo pierdo mi propia fuerza. Lo más increíble es que sé que las piedras no se mueven, entonces, tengo admitir que conozco la razón por la cual me pegué otra vez con la misma piedra.

Apareces y desapareces en mi vida como si fuera tu propio espacio. Yo me prometo no dejarte entrar de nuevo, ni siquiera responder tus mensajes, llamadas, correos, posts. Pero eres tan persistente en esos momentos que a punta de insistir, logras que yo me sienta de nuevo tranquila y confiada: parece que fuera un reto lograr que yo te hable de nuevo. Una palabra lleva entonces a conversar largas horas, salir y comienzan los planes juntos.

Ahí yo estoy firme, no me involucro, no dejo que nada afecte mi paz, ni que te metas en mi cabeza. Sigo mi vida muy normal, pero los encuentros se vuelven más frecuentes y sistemáticamente, cuando soy yo la que te busca, empiezas a tomar distancia y te alejas; es como si hubieras alcanzado el trofeo, tener mi atención de vuelta y ya con la conquista realizada, pierdes todo interés en llamar, escribir, aparecer.

Para empezar a cambiar esto, tengo que admitir que no me gusta el juego. No me gusta la inestabilidad en la que te mueves. Ayer salíamos juntos, hoy subes fotos con otra chica. Publicas en todas las redes sociales que estás buscando un plan para la noche, mientras yo me pregunto qué fue lo que pasó. Creo que simplemente no pasó nada, en el fondo yo no te intereso y yo tengo que dejar de decirme mentiras cada vez que apareces. Para pasar esta tarde sola, recordaré alguna de esas películas que, a veces, vale la pena tener presente: "He's not interested...".