jueves, 18 de julio de 2013

Conversaciones a medias


- Recuerdas esas noches?
- Sí, las recuerdo (él se refería a un fin de semana maravilloso que pasamos hacía más de un año: mar, playa, cocteles, cama y solo nuestros cuerpos juntos).
- Quiero estar contigo allá. Quiero estar contigo.

Aquí mi mente comenzó a jugar, recordando y soñando, pensando que quizá podríamos vernos de nuevo, pasarla rico y si resultaba algo más, iba a ser genial. Pero, solo vino un silencio, pasaron los minutos, las horas y no hubo nada más. Al día siguiente..

- Hola!!! Me quedé dormido... por las cervezas y el whisky de anoche.
- Ahora lo entiendo, lo que decías era efecto del alcohol.
- Qué atrevida eres! Todo lo que dije es lo que siento.

De nuevo, mi mente vuelve a elevar los pies del suelo, mirar a lo lejos (no importa si es hacia atrás o al futuro) y hacerme preguntas, incluso me critica por haber creído que este personaje no estaba queriendo nada conmigo. Como si fuera una sorpresa, pasan minutos, horas y días después para que yo retome la conversación. No me gustan las conversaciones a medias, no me gusta ...

- No me gusta la forma en que apareces y desapareces en mi vida y en mi corazón.
- Lo sé; no te quiero lastimar. Yo estoy solo, no estoy con nadie y me gusta estar contigo.
- Entonces seamos buenos amigos... Aunque no me caería mal un poco de buena compañía.

Así se repiten las historias, una y otra vez. Tengo que aprender a poner un punto final.



1 comentario:

  1. ay si qué hueso las conversaciones a medias y las conversaciones con uno mismo

    ResponderEliminar